La boda de Ruth se celebró en verano de 2017, con una luz maravillosa de esas tardes de verano inolvidables.
La elección de su vestido fue una de las tareas más importantes y divertidas de proceso. El objetivo era encontrar un vestido muy sencillo pero con un toque especial. A partir de esta idea trabajamos sobre un lienzo que se nos ocurrió decorar con un color indeterminado, entre los verdes, azules y tal vez un poco gris. Encontramos un tul seda con un color fantástico con el montamos la capa de la espalda, quedaba preciosa pero le faltaba algo. Pensamos en decorar hombros y cintura, pero no con aplicaciones en plata envejecida porque no es el estilo de Ruth, hacía falta algo más fresco y de ahí surgió la idea de las flores tratadas. Creíamos que ya lo teníamos cuando la dificultad vino por el tono de las flores, no concordaban con el tono del tul y hubo que recurrir a la combinación de flores tratadas con flores en tela para conseguir que todo quedase bonito.
Lo maravilloso de inventar es que es un proceso lleno de imprevistos que hay que solventar pero que nos hacen sentir más vivas que nunca.
Gracias Ruth por tu confianza, por valorar nuestro trabajo y enhorabuena porque ya sois uno más.
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